10 jul 2013

Albarracín. Una mirada particular


Albarracín es la antigua Ercávida de los lobetanos que después fue la Alcartam romana y, posteriormente la llamada Aben Razin musulmana. Hasta que hacia el 1.285, Pedro III de Aragón la reconquista incorporándola definitivamente al Reino de Aragón.
Aun conserva su trazado medieval de estrechas y angulosas callejuelas a veces tan angostas, que con dificultad pasa una persona.


Sus tejados superpuestos en una aparentemente caótica distribución, junto al rojizo rodeno de sus fachadas crean en nuestro imaginario un mundo de intrigante atemporalidad.
La ciudad es Monumento Nacional desde junio de 1961. En diciembre de 1996 recibió la medalla de oro al mérito de las Bellas Artes y, actualmente se encuentra propuesta por la UNESCO para ser declarada Patrimonio de la Humanidad.


Podría citaros muchos de sus monumentos, la Catedral del Salvador, el Palacio Episcopal, la Casa Consistorial, la Casa de la Julianeta … bla, bla, bla, murallas, torres, etc, etc, etc ...
Su entorno es maravilloso, casi de cuento. Rodeada casi en su totalidad por el río Guadalaviar y construida en las faldas de un cerro, todavía hoy, y a pesar del turismo de masas, guarda un atrayente encanto.


En realidad a mi me importa más la magia que transmite su humilde belleza y las vivas sensaciones que transfieren sus viejas piedras, sus solitarios rincones, las sinuosidades de los gastados cantos y la luz que se filtra entre la maraña de tejados, chimeneas y casas colgadas.
En las siguientes imágenes veréis mi particular visión.





... y finalmente: el río Guadalaviar.


2 comentarios:

  1. Un sitio de ensueño recreado por un fotógrafo artista.

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  2. Enric, consigues captar en cada imagen lo que es la frescura y lozanía de cada lugar. Consigues transportarnos a años de la actualidad... a dejar que nuestra imaginación juegue en esos rincones de estrechas calles, farolillos colgando, chimeneas y tejados...
    No sabes bien cómo disfruto de cada reportaje fotográfico que haces, ya que es una forma más de viajar.
    Gracias por llevarnos de tu mano y con tu cámara a ver también lo que tus ojos y sensibilidad quieren que veamos.

    Un abrazo.

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